Expediente Coronación 

   El 1 de octubre de 2016, en reunión del Cabildo General de Hermanos de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, debidamente convocado en sesión ordinaria al efecto, para el tratamiento y deliberación de los asuntos de Esta Cofradía Titular de la Santa y Verdadera Cruz del Redentor, a fin de su discernimiento para mejor servir a Nuestro Señor Jesucristo y a Santísima Madre de los Dolores, se acordó, por unanimidad de los presentes, promover la CORONACIÓN CANÓNICA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES DE LA SANTA VERA CRUZ (ACTA del Cabildo General de Hermanos, del primer día del mes de octubre del años de dos mil dieciséis la encarnación del Señor).

   Tras esto, la ciudad de Valladolid; sus hijos cofrades devotos de la Penitencial de la Santa Vera Cruz; las Cofradías Penitenciales Históricas, a saber la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias y la Insigne Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno; las cofradías hermanas de la Vera Cruz, a saber la Orden Franciscana Seglar (La Santa Cruz Desnuda) y la Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo; todas la otras Cofradías de Penitencia y de Gloria de esta ciudad sin excepción, todas ellas a título institucional y por medio de sus hermanos; las asociaciones públicas y privadas de fieles; todos los hijos devotos de la Santísima Virgen de los Dolores de la Santa Vera Cruz; los Arciprestazgos y Parroquias de la ciudad; las  congregaciones e institutos de vida consagrada; los conventos y cenobios; la Universidad de Valladolid; La IV Subinspección General del Ejército de Tierra con sus mandos y tropa; La Diputación Provincial; el Ayuntamiento de la Villa; y Su Majestad D. Felipe VI, El Rey y Jefe del Estado Español, en su nombre y en de la Casa de Borbón; firmaron e hicieron llegar PÚBLICAS ADHESIONES A LA CORONACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES DE LA VERA CRUZ.

Con fecha 26 de mayo de 2020, se solicita a Su Majestad Felipe VI que nos haga el gran honor de aceptar la PRESIDENCIA DEL COMITÉ DE HONOR que se va a formar con destacadas autoridades –nacionales, regionales y locales- con motivo de este magno evento, y con fecha 24 de diciembre se recibió la aceptación ( ver documento )

Una vez constituida la Presidencia del Comité de Honor se comienzan los trámites para la formación de dicho comité que actualmente lo conforma las siguientes instituciones:

  • Junta de Castilla y León
  • Ayuntamiento de Valladolid
  • Diputación de Valladolid
  • Universidad de Valladolid
  • Ejército de Tierra (IV Suige)
    (Documentos)

   En cumplimiento con el sentir general, y conforme al acuerdo del Cabildo General de Hermanos, a los ocho días del mes de febrero del año de dos mil diecisiete, el entonces Alcalde de la Cofradía, D. Daniel Domínguez Repiso, se dirigió al Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Ricardo Blázquez Pérez, Cardenal Arzobispo de la archidiócesis de Valladolid, solicitándole la concesión de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen, en los siguientes términos:

“Su Eminencia Reverendísima:

La COFRADÍA PENITENCIAL DE LA SANTA VERA CRUZ, Decana de las de la Archidiócesis, con ya seis siglos de existencia, quiere respetuosamente exponer:

En el año de Nuestro Señor de 2023 se cumplirán (Dm) CUATROCIENTOS AÑOS desde que el sin par escultor GREGORIO FERNANDEZ tallase para nuestra Penitencial el paso conocido como «EL DESCENDIMIENTO», nominado como «El paso grande de la Cruz» y posteriormente como «El Reventón». Parte de dicho grupo escultórico era la imagen de la Santísima Virgen, sentada en el Gólgota con los brazos abiertos para recibir el cuerpo inerte de su Divino Hijo, descendido de la Cruz.

Tal era la belleza y expresividad de la sagrada imagen de la Dolorosa que conmovía a la piedad y el recogimiento con su profundo pero callado dolor. Y así, en el año de 1557, el Cabildo de la Vera Cruz decidió sacar la imagen del paso para darle culto y procesionarla independientemente, cerrando los desfiles de la Penitencial (su vacío dejado en el paso del Descendimiento sería llenado por una copia del modelo de Fernández, realizada ese mismo año de 1757 por el escultor Pedro Sedano).

Inmediatamente pasó a ocupar la hornacina central del altar mayor de nuestra Iglesia Penitencial, a los pies del Cristo del Humilladero. La enorme devoción a la Virgen de los Dolores motivó que comenzaran los agasajos piadosos con ánimo de realzar la imagen, a la que se incorporó una corona de tipo resplandor y una espada de plata atravesándole el pecho como rememoración de la fatídica profecía de Simeón.

Años más tarde, en 1802, en el espacio que ocupaba a su espalda el Cristo del Humilladero, la imagen de la Virgen se acompañó en el camarín de una cruz de madera con el rótulo del Inri, cantoneras y ráfagas en plata Indubitada su veneración, la Dolorosa de la Vera Cruz ha despertado desde siempre fervorosos elogios, tanto de estudiosos e historiadores. Así Isidoro Bosarte declara en 1804, en su Viaje artístico a varios pueblos de España, que «por lo que hace a la hermosura de la cabeza, si los ángeles del cielo no bajan a hacerla más bella, de mano de hombres no hay más que esperar». Marcel-Auguste Dieulafoy en su obra «La “Statuaire Polychrome en Espagne” equipara tanto a esta Dolorosa de Gregorio Fernández con las obras de Antenor y Fidias, refiriendo a la Virgen de la Vera Cruz como «la obra maestra de la estatuaria policromada». Ya en el siglo XX fue Esteban García Chico quien la consideraba como la mejor de cuantas imágenes de la Virgen hiciera Gregorio Fernández.

Y, hoy sigue presidiendo, en su recién restaurado camarín, en el retablo mayor, habiendo movido el enorme cariño de los cofrades de ese puesto de preeminencia hasta la Sagrada Reliquia del Lignum Crucis, que nos da nombre y seña. Pero en ello no hay desdoro pues «quien ama verdaderamente a Jesús, ama igualmente a la Madre que lo alumbró, porque Jesús y María son un mismo Corazón y lo que uno quiere, lo quiere el otro, y lo que a uno le hace sufrir, le hace sufrir al otro; quien adora a Cristo, consuela a María y quien venera a María, consuela a su Divino Hijo».

La MADRE recibe cada día decenas de visitas y plegarias, rezándosela el Santo Rosario, antes de la Eucaristía, terminando con la oración a los enfermos compuesta por Su Santidad Pio XII. Cada domingo y fiesta de precepto, tras la Santa Misa, se le canta por cofrades y devotos fervorosamente la Salve popular…  Todas las cuaresmas cierra los cultos de la Cofradía una piadosa Novena, predicada y cantada, que abarrota literalmente el pinciano templo.

El Viernes de Dolores (aunque trasladado por la liturgia a septiembre, la Iglesia y las normas del Calendario Litúrgico contemplan que, en los lugares donde se halle fervorosamente fecunda la devoción a los Dolores de María y en sus calendarios propios sea tenida como fiesta o solemnidad, este día puede celebrarse sin ningún inconveniente con todas las prerrogativas que le son propias, como así se hace en la Vera Cruz) desciende de su altar y recibe en su Divino Pie miles y miles de besos, lagrimas, velas, oraciones. Es, sin lugar a dudas, el besapié mariano más concurrido de la ciudad.

El Real Colegio de San Albano (nuestros queridos cofrades de honor: Los Ingleses) se traslada en pleno a mediodía para celebrar una misa solemne en latín, castellano e inglés, entonándose el Salve Regina. Vía Crucis, Santo Rosario, Misa con Novena y canto de la Salve culminan doce horas de amor ilimitado a la Madre Dolorosa, como si fieles y cofrades quisieran consolar por adelantado a la Madre Dolor de los dolores que va sufrir en la cercana Semana Santa. En la Semana Grande de la Cristiandad, la Dolorosa de la Vera Cruz mueve a la piedad en actos y desfiles procesionales. El Lunes Santo protagoniza la Procesión del Santísimo Rosario del Dolor. El Miércoles recibe a su hijo Nazareno en su Vía Crucis del Dolor. Más tarde perdona a San Pedro, ahora lacrimoso, en la Procesión del Arrepentimiento. Y llora ante el Cristo del Consuelo que pasa Crucificado por la calle de la Platería. El Jueves de la Cena, cierra junto al Lignum Crucis, la centenaria Procesión de Regla de la Santa Vera Cruz.

Y el Viernes Santo participa en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor.. El sábado de Dolor, con su Divino Hijo enterrado en el lóbrego sepulcro, la Dolorosa de la Vera Cruz, en un acto que, como Vuestra Eminencia bien conoce pues ha presidido en múltiples ocasiones, es proclamada desde hace 57 años como «Reina del Dolor», siendo glosados sus padecimientos por insignes figuras de la sociedad vallisoletana, que ponen su cariño en miles y miles de flores y de nuevo en un sentido beso a su augusto pie.

Y después, en la Vigilia Pascual y durante toda la Pascua, la Dolorosa deja a un lado su «espada de dolor» para celebrar como la Madre más feliz de la historia la resurrección de su Divino Hijo Todo este filial cariño, devoción, respeto… unidos a la alegre circunstancia del 400 aniversario de «su nacimiento» es lo que ha movido al CABILDO GENERAL DE LA COFRADÍA, en su reunión de 1 de octubre de 2016, a respetuosamente solicitar de Su Eminencia Reverendísima la CORONACIÓN CANÓNICA DE LA IMAGEN DE NUESTRA MADRE LA VIRGEN DE LOS DOLORES DE LA VERA CRUZ.

Esta efeméride puede ser para nuestra Penitencial un punto de inflexión para renovar en los cofrades de la centenaria franciscana hermandad el ahínco en seguir los principios fundacionales de CARIDAD, PENITENCIA y ORACIÓN

Para ello, la Vera Cruz se compromete a realizar una labor se divulgación histórico-artística de la Sagrada Imagen. A reforzar sus actividades religiosas con actos de piadosa oración y recogimiento. Y a realizar una importante campaña de caridad en ayuda de los más desfavorecidos… Así como cuantas circunstancias estime oportunas Su Eminencia.

Es gracia que respetuosamente suplico, en nombre de los cofrades de la Vera Cruz, esperando su buena acogida y bendición, en la Muy Noble, Muy Leal, Heroica y Laureada Ciudad de Valladolid, en el cuarto año del Pontificado de Nuestro Santo Padre Francisco, obispo de Roma; en el segundo año del reinado de nuestro muy noble y honrado D. Felipe Sexto el Rey, a los 8 días andados del mes de febrero del años de Nuestro Señor de dos mil diecisiete.

VENERADA SEA LA CRUZ EN LA QUE NOS SALVÓ NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO”.

(Se adjunta copia de la esta misiva que se ha transcrito, con los efectos de dar testimonio de su veracidad y fe de su registro de entrada en la Vicaría General de nuestra archidiócesis de Valladolid de entrada a los diez días del mes de febrero del año de dos mil diecisiete de la encarnación del Señor)

      Habiendo recibido de manos del Canciller Secretario del Arzobispado la solicitud presentada por el Alcalde de la Penitencial, tras examinar con detenimiento los motivos y razones de semejante suplica, siendo plenamente conocedor de la devoción que la profesan y han profesado desde tiempo inmemorial los hijos de Valladolid y la piedad popular que en el Pueblo de Dios despierta la Santísima Virgen de los Dolores de la Santísima Vera Cruz, el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Ricardo Blázquez Pérez, Cardenal Arzobispo de la archidiócesis de Valladolid tuvo a bien conceder la CORONACIÓN CANÓNICA de la SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES, por DECRETO fechado a los diez días del mes de febrero del años de dos mil diecisiete de la encarnación de Nuestro Señor.

El Decreto por el que se concede la Coronación canónica de la Santísima Virgen de los Dolores, se adjunta como ANEXO